EL NARCISISMO NORMAL, Y EL NARCISMO FRÁGIL O COMPENSADO
El narcisismo es normal cuando la persona se siente satisfecha y feliz con sus cualidades, se acepta, valora sus logros, y a pesar de las circunstancias externas, que pueden ser conflictivas, se mantiene una autoestima sólida.
Sin embargo, muchas personas que han tenido familias despreciativas, humilladoras o rechazantes, sufren de un narcisismo frágil.
En muchos casos no se ven capaces de hacer muchas cosas (narcisismo devaluado), o por el contrario, se empeñan en alcanzar grandes logros y metas, cuidar de los otros y llegar a ser ideales (hipernarcisismo secundario a deficits y conflictos, una defensa contra los sentimientos internos de inferioridad).
Muchas de ellas, tendrán conductas de lastimarse, (porque se odian a si mismas), de anestesiarse, (a través de drogas o de trastornos de la alimentación) y serán masoquistas (buscarán parejas a quienes idealizar y, con quienes devaluarse, o alguien a quien cuidar para sentirse útiles).
Por el contrario las personas con un hipernarcisismo, se sentirán superiores a los demás y tenderán a utilizarlos, devaluar al resto para ensalzarse a si mismos, competir, y fijarse solo en los logros, y nunca en las fragilidades. Estas personas, esconden tras de esta fachada todopoderosa, muchas vulnerabilidades, miedos a sufrir, a aceptar los límites humanos y a vincularse de igual a igual, es decir, temen las relaciones de intimidad pq no pueden mostrarse grandiosos todo el tiempo. Son los típicos adictos al trabajo, personas con grandes fortunas, mujeriegos o promiscuos y rasgos antisociales, todo por encima de la ley, para su propio beneficio. A pesar de su aparente éxito pueden ser muy envidiosas, pues todo el odio que se tienen a si mismas, lo proyectan de forma defensiva al exterior, viendo fuera de si mismos, a los demás como persecutorios. Muchos de ellos, necesitaran machacar al adversario, para sentirse realizados, no les valdrá solamente el éxito, sino dejar por debajo a los demás.
Tan malo es tener unos padres hipercriticos, como unos padres excesivamente idealizadores, en ambos casos, no podemos desarrollar unos recursos internos de aceptación, regulación de metas y expectativas realistas, y confianza en nuestra identidad.
Cuando los padres no han podido ser figuras de ejemplo, muchos hijos tienen dificultades para internalizar aspectos valiosos del otro, y cuando se han valorado por encima de lo normal, también será difícil ser alguien a la sombra de un padre todopoderoso.
Es muy importante que si no tenemos una autoestima sólida, ni una identidad segura y realista, acudamos a psicoterapia para mejorar, y aprender a querernos tal y como somos, y aceptar a los demás en sus limites y sus cualidades.
Comentarios
Publicar un comentario