VACUNAS, ERA POSCOVID19, APRENDER DE LA PANDEMIA

Es el primer día en Europa de la aplicación de la vacuna para la prevención del COVID 19, pero nos avisan de que en el futuro, muy probablemente, nos sobrevengan nuevas pandemias, y por este motivo, se bautiza el día de hoy, como el Día Internacional de la Preparación ante las Epidemias.

Parece que salimos de una etapa, y ahora hemos de continuar con prevención y con información, pero con esperanza, hacía un futuro prometedor, pues hemos conseguido tener estas vacunas en un breve periodo de tiempo, gracias a la solidaridad entre los países, los investigadores y los laboratorios.

La solidaridad y el empeño social por conseguir sobrevivir al COVID19 nos ha ayudado mucho y ahora no debemos de perder este impulso para salir de la crisis física, económica, social, emocional, política y cultural que esta pandemia nos ha dejado, ahora hemos de entre tod@s hacer un esfuerzo por evitar el aislamiento, por facilitar el dialogo y la reflexión comunitaria y por construir entre todos una sociedad mejor, donde podamos salir fortalecidos de esta crisis global.

Las personas nos hemos tomado esta situación de formas diversas:

-Algunas personas han negado o minimizado la importancia del COVID19, quizás como consecuencia de haber sufrido en la infancia y adolescencia, o en experiencias posteriores, situaciones de vulnerabilidad, abandono, descuido y trauma, pues las personas más traumatizadas, pueden haber tenido que emplear mecanismos de defensa para la supervivencia, negando el dolor y el sufrimiento, como forma de defensa. Es decir, en muchos casos, el no procesamiento de emociones relacionadas con angustias, miedos y debilidades, puede transformarse en actitudes negacionistas, conspiranoicas o paranoides. Son personas con apegos inseguros o desorganizados, con perfiles más histéricos, donde el ello domina la percepción de la realidad, pero sin dejar de sentir angustias profundas. Estas personas pueden tener conductas maníacas y pensamientos dispersos y superficiales.

-Otras personas, con perfiles más obsesivos, han podido desarrollar formas de afrontamiento más relacionadas con el control, el sentido de alerta y el aislamiento. En estos otros perfiles los sentimientos de culpa y la posible indefensión sentida en la infancia y en la adolescencia, puede transformarse en mecanismos defensivos donde es difícil relajarse y se transforman en actitudes rígidas y autoritarias, con dificultades relacionales y actitudes de distanciamiento y autosuficiencia. Son personas con apegos ambivalentes, con un sentido moral elevado, un superyo exigente y duro a veces, un "si pero no", apegos preocupados y neurosis intelectualizadoras. Estas personas tienen inhibiciones del tipo motor, les cuesta moverse, les cuesta sentir, tienen olvidos, descuidos, .. 

-Las personas con mayor salud mental, han podido tener un conocimiento de la situación y una forma de afrontarlo más autorregulada, donde han podido apoyarse en otras personas para hablar de sus temores, necesidades, pensamientos y sentimientos. Estas personas, han  tenido infancias y adolescencias en las cuales se han sentido seguros, protegidos y han desarrollado estrategias de afrontamiento más acordes a las situaciones a las que hay que enfrentarse. Son personas con apegos seguros, que aún con emociones difíciles de manejar, pueden entenderse y tienen introspección y empatía para sobrevivir., tienen un equilibrio entre sentir, hacer y pensar y pueden planificar sus reacciones y sus pasos.

Lo que nos queda por recorrer, requiere reconocernos entre todos, comprendernos, tener empatía, respeto, colaboración, solidaridad y unos valores comunes, donde las angustias y los miedos se puedan expresar, y donde se puedan construir formas de apoyarnos para salir adelante, sobre todo teniendo en cuenta el medio ambiente, y el consumo, para evitar deshumanizarnos frente al otro, y frente a las necesidades del medio ambiente, así como evitar estar "muertos en vida" y aprender a sentir, pensar y vivir, sin un miedo paralizador, pero también evitando, la negación de las vulnerabilidades humanas y planetarias.

Bibliografía:

Inhibición, síntoma y angustia. Freud (1925).