CONSECUENCIAS EN SALUD MENTAL DEL COVID19

La atención en salud mental en España ya era deficiente antes del COVID19, en la Sanidad Pública Española contamos con 1 psicólogo por 25.000 habitantes, lo que significa que  la atención es de poco tiempo, y la frecuencia de las visitas es irregular.
Sólo se accede a salud mental pública si se tienen síntomas muy floridos, de lo contrario, lo mas probable es que acabes con psicofármacos, para calmar la crisis en el médico de atención primaria, y que se cronifique el problema, agravándose así las consecuencias familiares, profesionales y médicas del mismo.
El sistema de salud mental público es deficiente y se nos avecina una crisis emocional de enorme gravedad si no nos ocupamos de mejorar, detectar y prevenir, así como informar, orientar y planificar actuaciones psicosociales responsables y coherentes por parte de nuestros políticos.
La crisis del COVID19 ha disparado entre otros problemas los siguientes:
-Un 20% más de suicidios que los ya habituales y frecuentes, ocasionando desajustes en supervivientes de suicidio y en la sociedad en general.
-Un aumento del consumo de psicofármacos como consecuencia de la escasez de recursos asistenciales y de crisis vitales, también ha aumentado el número de personas que se automedican con alcohol, tabaco, compras compulsivas online, juego online para anestesiar sus emociones dolorosas durante el confinamiento y tras él.
-Un aumento de problemas de violencia de género de las mujeres que estando confinadas en casa con sus maltratadores, han tenido más problemas de todo tipo, llegando hasta la muerte en muchos casos casos. El maltrato infantil se ha incrementado y la violencia intrafamiliar también.
-Un aumento de divorcios y separaciones, debido a que la crisis ha puesto de manifiesto dificultades familiares ya existentes que se han agravado ocasionando rupturas familiares y en muchos casos, rupturas que con una buena terapia familiar o de pareja, hubieran podido gestionarse para salir reforzadas las familias.
-Han aumentado los problemas relacionados con factores socioeconómicos, políticos y sociales que afectan la calidad de la vida de las personas y las familias, así el aumento del paro en España, los ERTES, la bajada de ingresos de los autónomos y de los empresarios, ha ocasionado inestabilidad económica desencadenando mucha incertidumbre, impotencia, frustración y miedo al futuro. Esta inseguridad genera ansiedad ,y a largo plazo, si no se cuenta con la ayuda emocional necesaria, puede terminar en depresión e impotencia frente al futuro.
-Los duelos, han sido durante la pandemia especialmente dolorosos, por la rapidez del proceso, por no poderse despedir, y por no poder elaborarse, como consecuencia del COVID19, ocasionando en muchos casos un síndrome del superviviente, donde uno se siente culpable por estar vivo y tener salud.
-El burn out se ha hecho especialmente visible, los sanitarios, cajeros de supermercados, servicios funerarios, servicios de limpieza, desinfección, agentes de seguridad y todos aquellos trabajadores esenciales, han tenido que ir a trabajar sin protección y jugarse la vida para conservar sus trabajos y salvar vidas o mantenerlas. Tampoco ellos han tenido protocolos de salud mental, reuniones grupales o espacios donde poder conversar y compartir emociones y esto a largo plazo puede crear estrés postraumático, originar pesadillas, trastornos de alimentación, bajada de defensas o agotamiento emocional.
-Las residencias han sido un foco de especial gravedad que ha puesto de manifiesto la necesidad de dotar a las mismas de mayores medidas de protección. En muchas residencias trabajan auxiliares, enfermeras, médicos y otros profesionales sociales y sanitarios en condiciones muy precarias, lo que les obliga a ir corriendo y atender como pueden a los mayores. Ha de haber un pacto de estado para que los mayores estén cuidados como merecen y los trabajadores de residencias bien remunerados y respetados!!
-Un aumento de personas que tras el confinamiento tienen problemas para volver a salir a la calle, Síndrome de la Cabaña, volver a la rutina o confiar en el futuro. El virus ha actuado como una especie de Síndrome de Estocolmo, nuestro raptor el virus que nos ha confinado, se vuelve nuestro amigo, nos acomodamos a él y dejamos de verle como a un enemigo y lo que ahora tememos es la salida a la libertad y al espacio exterior que puede ser una amenaza para nuestra seguridad.
-Niños y niñas, adolescentes y jóvenes con más problemas académicos y comportamentales que antes, pues la ausencia de un modelo solido de educación preparada para la situación, puede conllevar a largo plazo si no se trata adecuadamente problemas para retomar estudios, volver a tener motivación y generar planificación de vida futura.
-Los problemas de salud mental ocasionados por el confinamiento también bajan las defensas del organismo, entonces aunque el confinamiento ha reducido el número de contagios y de enfermedad y muertes por COVID19, como contrapartida ha generado un incremento de otro tipo de infecciones y de enfermedades consecuencia de que cuando tenemos problemas emocionales y afectivos, nuestro sistema inmune se ve afectado también. Tratar estos problemas de salud mental mejorará la salud física y las defensas para no enfermar.
-Existen otras variables a la hora de afrontar el tema del COVID19 que tiene que ver con que las personas mayores tienen mayor deterioro cognitivo para comprender y atender normas complejas, así como los adolescentes y niños no pueden tener la misma conciencia de riesgo que los adultos, ambos sectores de la población requieren más protección debido a que sus habilidades de protección y cuidado son menores, dependen más de los demás. 
-Se ha llamado distancia social a los dos metros de distancia, cuando en realidad esto es distancia física.. se puede tener distancia física con proximidad social, de hecho el ideal es tener un acercamiento subjetivo entre nosotros, cada cual elige esa distancia y esa forma de estar con el otro, desde su subjetividad y sus patrones de apego. Los que han impuesto esta distancia física, han de comprender que no todo el mundo está mentalizado ni preparado para poderla tolerar y cada cual hará lo que pueda con lo que hay. La mayor distancia a veces es la del sujeto con su propio inconsciente, cuando en realidad el inconsciente es lo más cercano que esta uno de si mismo. Explorar esta distancia subjetiva, con lo más íntimo de nosotros, a través del análisis de los sueños y las conductas durante la pandemia sería decisivo si tuviéramos una mejor salud mental en general.
-Se nos pide estar confinados para paliar el virus, pero a la vez salir una vez controlado el mismo, para poder mantener el sistema en el que vivimos. Esto es una paradoja, hemos de estar para nosotros, pero como los otros quieran. Caer en los extremos de evitar salir para encontrarse con el otro o estar siempre con el otro, son extremos que nos alejan de nosotros mismos, quizás haya que encontrar el punto medio para cada uno y aprender a vivir en la paradoja causa incertidumbre, ansiedades, miedos, perdidas, vacios y problemas diversos.
-Que llevar una máscara, un tapabocas, no sea una metáfora de como las autoridades nos dejan sin voz. Es importante escucharnos a todos y que no sean solo los altos estamentos políticos los que decidan por la humanidad entera, sino que decidan con los demás para tenernos en cuenta a tod@s. 
-Miguel Bassols habla del punto siniestro que nos ha despertado el virus, esta situación extraña, no vivida nunca antes pero que a la vez nos resulta tan familiar, es como la extemidad, que es una invención de Lacan, lo éxtimo es lo que está más próximo, lo más interior, sin dejar de ser exterior, el lugar de un confinamiento que es de tan real, irreal, como si fuera sacado de una película o de una novela de historia.
-Los psicólogos miembros del Grupo del Apego, han bautizado el Estado de Alarma y Confinamiento, como Estado de Solidaridad, donde todos podemos aunar fuerzas por un presente y futuro mejor. 
-Muchos países del mundo como México, Filipinas, Brasil y EEUU han tenido lideres políticos que han dado mensajes distorsionados con respecto a la realidad del virus  como si el virus fuera algo ajeno a nosotros, culpa de otros, y responsabilidad de otros. Esto ha causado muchos problemas para llevar a cabo conductas de prevención y cuidado y ha favorecido el individualismo, la soberbia y la lucha de clases sociales. 
-A menudo los propios profesionales de la salud mental nos infravaloramos y no damos importancia a nuestro trabajo, probablemente muchos psicólogos hemos tenido infancias traumáticas que hemos querido resolver en la carrera, y cuando vienen crisis graves, quizás volvemos a sentirnos como niños atemorizados ante la embergadura del problema. Es importante que los profesionales de Salud Mental tengamos claro la importancia de nuestra intervención y que la promocionemos, cada uno desde su puesto de trabajo y en relación con los otros, para poder darnos valor.
El virus ha disparado todos estos problemas ya latentes y solamente con un buen programa de Salud Mental, se logrará aportar resiliencia a los supervivientes del COVID19, que somos todos. La salud mental ayudará a que esta crisis se pueda transformar en una oportunidad para mejorar y salir más fuertes y preparados para afrontar el futuro con esperanza!
Las sucesivas olas de los efectos del coronavirus.
Bibliografía relacionada:
-Miquel Bassols, distanciamiento social y acercamiento subjetivo.
-Entrevista de Dra Nahoul Serio a Howard Steel.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA PERSONALIDAD ABANDÓNICA

EXPLORAR LA HISTORIA DE APEGO DE LOS TERAPEUTAS

RESISTENCIAS AL TRATAMIENTO E IMPASSE TERAPÉUTICO