LO TRAUMÁTICO EN PSICOTERAPIA

¿Qué es un trauma? ¿Qué tipos de traumas existen?

La palabra trauma está socialmente asociada a conflictos graves, choques graves de la realidad y del exterior con el individuo o problemas emocionales graves consecuencia de circunstancias emocionales muy adversas. 

Así se pueden entender los traumas tales como las muertes de seres queridos de formas inesperadas, los accidentes, los atentados, los abusos sexuales, los malos tratos en la infancia y todas aquellas circunstancias que producen en las personas estados de shock, duelo o conflictos inesperados o de gran intensidad.

Sin embargo, existen también otro tipo de traumas que pueden ser mucho más sutiles y difíciles de ver o de entender por parte de las personas que los han sufrido y que sólo durante el curso de una psicoterapia pueden llegar a entenderse, comprenderse y asimilarse, evitando así que su impacto condicione negativamente la vida personal.

El impacto del trauma no se mide tanto por la intensidad o naturaleza del mismo sino más bien por la cualidad del mismo, es decir, a menudo lo que aparentemente podría ser más grave es menos que algo aparentemente más ligero. 

Entre los traumas sutiles, están aquellos que tienen que ver con el vínculo afectivo que se ha mantenido con el cuidador. Algunos padres por ejemplo, han sido con sus hijos protectores, cariñosos, positivos, hasta el punto de "maquillar" o no devolver una imagen realista y objetiva del otro. Las personas expuestas a este tipo de vinculación pueden luego tener problemas a la hora de enfrentarse a una realidad más cruda de lo que le han contado o tener problemas para poder valorarse adecuadamente, ya que nunca llegan a tener una imagen y una identidad solida pues el vínculo solo ha mencionado las partes buenas "maquillándolas" y sin devolver que es humano, bueno y normal, tener defectos y virtudes. 

Los padres "hiperafectuosos" que dan excesivamente todo a sus hijos pueden en realidad estar escondiendo agresividades y falta de interés para educar con límites saludables y conducir a niños con poca tolerancia a la frustración, dificultades para ser constantes y tenaces y problemas relacionales variados, ya que esperan que todo se les de sin hacer nada, tienen dificultades para empatizar con los demás y para intimar. 

En otros casos unos padres excesivamente "perseguidores", rechazantes, críticos o duros y exigentes con los hijos pueden favorecer en el futuro de los niños adultos con problemas de validación, confianza y seguridad en si mismos. Son los padres que muchas veces proyectan en sus hijos sus propias sombras, todo lo que no aceptan o no han aprendido a tolerar de si mismos lo proyectarán en el hijo y será con él con quien compensen sus propios problemas, carencias y miedos tratando de que el hijo llegue a ser todo lo que ellos desearían, su ideal de perfección y buen comportamiento.

Finalmente otro de los traumas evolutivos frecuentes es el del rol reversal, que son aquellos hijos que tienen que cuidar de los padres pq son inmaduros o infantiles, en estos casos los hijos cumplen funciones que no son adecuadas para su edad y muchas veces los padres abusan de la confianza con ellos para contarles detalles y compartir con ellos temas no adecuados para su edad, es la llamada "intimidad inquietante". Estos hijos en el futuro desarrollarán conductas de maternalización, hacerse cargo de los demás, escoger parejas y amigos de los que ocuparse y les será difícil establecer relaciones de reciprocidad  con los demás.

En resumen según Margaret Crastnopol "El microtrauma hace referencia a una forma de magulladura psíquica que, al ir acumulándose de manera insidiosa, va minando los sentimientos de valía y bienestar de la persona. Conforme van acumulándose en el tiempo, estos breves y aislados instantes de efecto microtraumático van tornándose en lo que Masud Khan denominó trauma acumulativo". 

Cuadro: 

Vampire (1893), Edvard Munch.

Bibliografía: Clase impartida por el Dr Raimundo Guerra Cid en Ipsa Levante. 

Maestría impartida: bendición y maldición a la vez. Margaret Crastnopol, 2013. CEIR.