LA MALA MANADA

Es indignante el número de abusos sexuales que últimamente se hacen públicos en los medios de comunicación. Cada ocho horas aproximadamente, en España es violada una mujer. El número de abusos sexuales en entornos lujosos y glamourosos en Hollywood también va en aumento. En numerosas familias existen abusos por parte de miembros de la propia familia, o de conocidos o de profesores. En las redes sociales hombres adultos intentan acceder a menores con falsas identidades llegando a acosarlos si no hacen lo que ellos piden. Las violaciones en grupo a mujeres van también en aumento. En numerosos países del mundo la mutilación genital femenina todavía se practica o las personas gays, lesbianas, transexuales o bisexuales son condenadas, discriminadas y marginadas.

¿Qué esta ocurriendo? Parece que hay una "mala manada" que no termina nunca de  sacar su furia, la de los que están anclados en un pasado reciente dónde todo valía y no pasaba nada porque los "normales" eran la mayoría y el resto, no eran importantes para los que se creían los fuertes y eran en realidad los más débiles, ruines y patéticos del grupo.

La buena noticia es que cada vez son más las mujeres valientes y los hombres que se deciden a denunciar y hacer públicas este tipo de situaciones de violencia, agresión, coacción, acoso e intimidación física, psicológica y social. 

La mala noticia es que durante años y todavía hoy ha sido permisible, admisible, entendible y justificable que el hombre haga uso de la violencia y de la agresión sexual con otros hombres o mujeres más vulnerables a través de la manipulación, el miedo, la fuerza y la agresividad. La forma de distorsionar la realidad del otro para ejercer el poder es tal, que a menudo se condena a la víctima y se entiende al agresor. En muchos casos se atribuye a la persona que padece la agresión la responsabilidad sobre lo que le ha ocurrido, lo que contribuye a seguir creando en nuestra sociedad una falsa moral basada en los principios machistas de antaño donde todo es mirado desde la óptica del que se aprovecha del otro, uno se aprovecha porque no ve impedimentos, porque no comprende las reacciones del otro, porque las interpreta mal, porque no sabía la edad del otro, porque no sabía que era un delito, porque pensaba que le hacía un bien o porque quería que el otro llegará a la cima de la fama por su trato de favor, aunque todo empezará por un favor sexual.

Pero al final, uno se aprovecha!!!  Y uno lo sabe!! Y se aprovecha sin dolor, sin empatizar, sin entender y es peligroso que las personas que vemos diariamente este tipo de noticias en la televisión empecemos a confundir las cosas y que otras "malas manadas" imiten el comportamiento de los agresores.

Las personas adultas solas o en grupo sabemos lo que es el bien y el mal y sabemos lo que es abusar y respetar. Sin embargo las únicas que dan la cara son las víctimas y son ellas las que están denunciando este tipo de situaciones permitiendo que se haga justicia y que se empiece a respetar el valor del ser humano. Hay que dar las gracias a todas ellas por la lección enorme que cada día nos dan en las redes sociales, en la televisión y en la vida y tratar de prevenir que existan más, desde la educación y construyendo una sociedad más firme con el mal, donde se haga justicia y se exijan responsabilidades desde todos los ámbitos dónde este tipo de situaciones ocurran.