LA PSICOTERAPIA Y SUS MITOS

Hoy he leído un artículo muy interesante sobre como las personas a menudo se quejan de que el terapeuta les cobra la sesión aunque no vayan, les atiende menos tiempo si llegan tarde,  o no pueden atender a sus clientes si estos avisan en el mismo día acerca de la necesidad de una cita.

 

Mucha gente puede pensar que este modo de trabajar de los psicoterapeutas es de "desalmados" o "cara duras", pero ciertamente el mismo código deontológico profesional de los psicólogos nos obliga a ser nosotros los terapeutas,  quienes en función del diagnóstico y pronóstico y evolución de la persona fijemos la frecuencia de las sesiones, así como que no dejemos al cliente hacer con el proceso terapéutico lo que estime oportuno, pues de este modo no estamos dirigiendo bien el proceso y es el cliente quien necesita de nuestra ayuda y profesionalidad.

 

En psicoterapia es importante que el terapeuta utilice la "frustración óptima" para que el cliente pueda crecer, de nada serviría un terapeuta al que le da igual si su cliente viene o no viene a consulta, si viene una vez al mes o cada quince días o decide por si mismo que ya esta bien de psicoterapia.

 

Es el psicoterapeuta quien ha de encauzar bien el proceso terapéutico y entender que muchas veces cuando un cliente deja de venir, o llega tarde, o no abona las sesiones o dice que ya está bien y que no quiere volver más, detrás de este tipo de conductas, suele existir una dificultad para aceptar los cambios y confiar en el proceso.

 

Muchas de estas "resistencias" no se resolverían si el terapeuta no pusiera las normas y los límites en los procesos de terapia y es por ello necesario que el cliente pueda comprender que la psicoterapia es un proceso donde cada una de las sesiones es fundamental pq requiere de la periodicidad necesaria para que originen cambios significativos en la vida de los clientes, hasta lograr el alta terapéutica cuando el cliente puede disfrutar de su vida, sus relaciones, su trabajo y es coherente con sus valores y sentido vital.