EL PELIGRO DE LAS CREENCIAS MATRICES VINCULADAS A NACER HOMBRE:
Si bien uno “no nace hombre, sino que se hace hombre”, existen unas creencias matrices inculcadas desde la infancia, en nuestra sociedad actual (Bonino, 1999), que resultan dañinas y peligrosas pues reprimen en los niños y los adolescentes muchas cualidades humanas básicas y necesarias para ser feliz como la dependencia, la vulnerabilidad, la crítica constructiva y la igualdad:
1-Autosuficiencia prestigiosa: ¡No te apoyes en nadie!, iNo seas uno más!, ¡No te comprometas!.
2-Belicosidad heroica: Esta creencia promueve la figura del héroe, el soldado o el guerrero valeroso, o su versión del deportista de élite, tan cara al imaginario masculino, y en ella se basan todas las metáforas de la «penetración» masculina. Pega tu primero! No dejes que se aprovechen de ti! Demuéstrales quien eres!
3-Respeto al valor de la jerarquía: ¡No te rebeles!, ¡No desobedezcas! Ser hombre es esto.. y no es esto otro! Los hombres no lloran!
4-La superioridad sobre las mujeres (y sobre los varones menos masculinos) y la diferenciación de ell@s. Para ser hombre hay que tener éxito, ser valiente, fuerte, no ser una nenaza!!! Las mujeres van a querer de ti solamente tu fortaleza, tu dinero y tu poder!!
Es importante que desde las familias, las escuelas y las instituciones públicas se fomenten otros valores que permitan que el hombre cuestionar valores antiguos y caducos que limitan las posibilidades masculinas. También en terapia tanto a nivel individual como grupal, conseguir que los hombres entiendan de dónde proceden algunos de sus problemas que tienen que ver con la forma en que fueron educados y los valores inculcados, ayudará para liberarse de ellos y construir nuevos más acordes a los nuevos tiempos.
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