LA ENFERMEDAD COMO CAMINO

El pasado viernes el Dr José Luis Guinot, médico especialista en oncología, nos habló acerca de cómo manejarse con la enfermedad.  La enfermedad a menudo nos obliga a aislarnos y demandar atención y afecto, que nos den aquello que no sabemos pedir por nosotros mismos. Salir de uno mismo y hacer algo por los demás puede ayudar a conseguir la felicidad. Dar aquello que hemos aprendido.

La enfermedad puede ser una oportunidad para ver la propia angustia, explorarla y encontrarnos a nosotros mismos: Las personas somos individuos en relación, unos al lado de los otros, nos ayudamos mutuamente a desarrollarnos. El análisis de la enfermedad nos ayudará a comprender desde el pasado, rectificando el presente y buscando un futuro con esperanza; Responsabilizarnos de nuestras necesidades; Saber que todos somos frágiles y necesitados de ayuda, no existen superhéroes que sean capaz de llevarlo todo bien y perfecto; La prepotencia al igual que la inferioridad, es dañina en las relaciones, hay que tener una actitud de igualdad ante los demás.
Lo que nos lleva a enfermar: La indiferencia, la inseguridad, el pesimismo, la resignación son malas compañeras de camino. Negar y huir de la realidad, estar deseperanzado, sentir la enfermedad como una amenaza y no como un reto, nos quitan energía y vitalidad, conduciéndonos al pesimismo. La indefensión, la desesperanza, la soledad y el aislamiento, nos llevarán a un mayor dolor emocional y físico, tanto al enfermo, como a sus familiares y amigos.

Lo que nos ayuda a sanar: Es más útil la empatía, la cercanía y atravesar las fases de la enfermedad que nos llevan desde la negación hasta la ira, la depresión y la aceptación. La actitud para afrontar una enfermedad, encontrando nuestras propias respuestas acerca del sentido de la vida, el sufrimiento y la muerte. La serenidad y la aceptación como herramientas. Poder mirar los acontecimientos, tener una actitud adecuada ante los mismos, contar con los apoyos que necesitemos y afrontar como elaboramos la enfermedad. La confianza, la esperanza, la voluntad, salir de uno mismo, cambiar de actitud, ser coherente en valores-conductas-emociones-pensamientos, alivian el sufrimiento.


Hay enfermos crónicos, enfermos psicosomáticos, personas que a través del cuerpo manifiestan su malestar. El trabajo psicoterapéutico con la enfermedad puede ayudar al enfermo crónico a aceptar su dificultad desde la esperanza y la actitud adecuada, al psicosomático a poder canalizar sus emociones y pensamientos a través expresiones distintas a las corporales y al enfermo simbólico o imaginario a interpretar el síntoma para aliviarlo y afrontar la vida como un reto posible y maravilloso!!

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