ELECCIÓN INCONSCIENTE DE PAREJA

¿Para qué sirve una relación de pareja? Para que las personas  nos desarrollemos adecuadamente a lo largo de toda nuestra vida, vamos a necesitar amar y ser amados. La relación de pareja es una “estructura de acogida”, ya que al nacer, no estamos preparados para tratar eficazmente nuestro mundo emocional interno ni externo, estamos desprogramados o desfondados, y por ello buscamos fondarnos en los demás y una de las mejores formas es mantener una sana relación de pareja, sin enganches, fijaciones, ni dependencias. 

¿Por qué tenemos y no tenemos relaciones de pareja? Todos buscamos relacionarnos con alguien para compartir nuestra vida afectiva y sexual, sin embargo, existen personas que tienen serias dificultades emocionales y que se van a agarrar a un clavo ardiendo (alguien a quien salvar, cuidar o que compense nuestras carencias o déficits)  y también existen personas que dicen no necesitar ni querer tener pareja, que están bien solos, cuando en realidad lo que ocurre es que hay un profundo temor a comprometerse, perder libertad, ser humillado o abandonado, intimar, sufrir, o hacer daño al otro. 

¿Qué factores favorecen las buenas relaciones de pareja? El desarrollo de una actitud empática del tipo, yo siento que tú sientes lo que yo siento, favorece la comunicación profunda e intima con otro ser humano, haciendo una lectura de sus intenciones, emociones, afectos, además el apoyo, incondicionalidad, donación, entrega emocional, disposición, responsabilidad, respeto, serán momentos de encuentro que favorecen las relaciones saludables.  

¿Cuáles son las condiciones iniciales de una relación? En las parejas las expectativas que se tienen tanto del otro  como de lo que va a ser la relación en sí, son fundamentales para entender el proceso relacional. El otro suele ver en la pareja una proyección de su sí mismo ideal y la otra persona se comporta de modo mucho más ideal de lo que en realidad es, así surge el enamoramiento. En los seres humanos las condiciones iniciales se plasman en la primera y segunda infancia, en este periodo se desarrollan fuertes atractores hacía formas de estar en el mundo, de relacionarse, de enfermar psíquica y físicamente, se produce un imprinting o modulación social de los adultos y una sensibilidad dependiente(apego ansioso, evitativo, desapego, apego seguro). 

¿Qué factores mantienen las relaciones? Los mantenedores de la relación tanto positivos como negativos, son mecanismos que se van construyendo momento a momento, Los mantenedores negativos son situaciones de la vida cotidiana donde se están reproduciendo los conflictos generales que hay en la pareja.

¿Es posible el cambio? En los momentos de transición hay ventanas, a través de las cuales son posibles las variaciones. Como se maneja una transición depende del modo en que se entra, se está y se mantiene la persona en esa fase. Los momentos de crisis y las incertidumbres son importantes en las transiciones. Buscar terapia es la mejor solución si nuestra tendencia es atraer relaciones conflictivas.

¿Cuáles son los repulsores de una relación? Son elementos que hacen que el sistema cambie de funcionamiento con tendencia opuesta al que tenía.  Los repulsores tienen tendencia a desestabilizar el sistema y cambiar sus pautas, por lo que han de ser más potentes que los atractores para que el cambio se produzca. De este modo aquellos repulsores se convertirán en atractores de un sistema nuevo y más sano. 

¿Qué es una relación patológica? Una relación de dependencia o codependencia, es aquella donde de forma inconsciente se ejercen roles (aprendidos en la infancia y posteriormente) tales como sádico y masoquista, narcisista y espejo de narcisista, histérico y obsesivo. 

Bibliografía: El clavo ardiendo, Raimundo Guerra Cid (2014).
Cuadro de Frida Kahlo, Diego y Frida (1931).


Pongamos un ejemplo relacional: Frida Kahlo tuvo un padre epiléptico, al que tenía que ayudar cuando perdía el conocimiento desde niña, su madre era algo distante y fría pues tenía que ocuparse del resto de herman@s de Frida. Posiblemente esto generó en ella un apego ansioso-ambivalente, más aún habiendo sido víctima a los 6 años de una poliomelitis, que dejo una de sus piernas algo desfigurada, por lo que también fue rechazada en el colegio. En la adolescencia sufrió un grave accidente de autobús que ocasiono lesiones en su columna vertebral y otras zonas corporales y el novio que tenía en aquellos tiempos, Alejandro, la abandono para irse a Europa con sus padres. Al conocer a Diego con todo esto a sus espaldas, comenzó una idealización y a la vez cuidado de su pareja, casi por encima de ella misma. Diego la engañaba con otras y ella aguantaba (fruto del atractor de tener a alguien que no la abandonará por una parte, la idealización y el salvar a Diego de sus infidelidades continuadas), además los mantenedores de la relación (resignación, ilusión de control y efecto Zeigarnik) continuaron con una relación llena de conflictos. En un momento dado, cuando Diego la engaña con su propia hermana, es la gota que colma el vaso (mantenedor negativo último, que se convierte en un repulsor). A pesar de que luego volvieron a ser pareja, ella comenzó su proceso de autonomía afectiva, vendiendo cuadros, montando exposiciones, manteniendo otras relaciones y poniendo límites a Diego.

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