LOS LABERINTOS DEL SEXO EN NUESTRO SIGLO, POR PATRICK MONRIBOT


El pasado viernes tuve la suerte de asistir a la conferencia del Dr Patrick Monribot, psicoanalista y psiquiatra, organizada por el Seminario del Campo Freudiano de Valencia, resumo a continuación las palabras del Dr Monribot, para que me sirva de reflexión y resumen de lo allí aprendido, añadiendo mis propios pensamientos al respecto.
A través del análisis del cuadro Amor y Psyche (1589) de Jacopo Zucchi, el Dr Monribot nos describe el mito de Psique y Eros. Los mitos al ser ahistóricos, nos ayudan a entender la condición humana. Psique una mujer muy hermosa, es envidiada por la Diosa Venus y para destruirla le envía a su hijo Eros. Eros se enamora de Psique y la encierra en un palacio donde la visita por las noches para hacerle el amor. Psique bajo el embrujo y maldición de Venus, accede a estar en el palacio sola durante todo el día a la espera de estar con su amante por las noches. Psique aunque goza de la felicidad de los dioses a nivel sexual, se encuentra desgraciada y triste por su aislamiento y deprimida por no desear nada, ya que Eros colma todas sus necesidades.
Debido a este estado, Psique decide hablar con Eros para poder visitar a sus hermanas, quienes también celosas del goce de su hermana, siembran en ella la duda acerca de quién es en realidad Eros. Esto origina en Psique desazón y curiosidad, inquietud, duda, empieza a rumiar, lo que entorpece sus relaciones nocturnas con Eros y por ese motivo, transgrede lo prohibido.
Una noche, Psique armada con un cuchillo y una lámpara de aceite, se atreve a ver a Eros mientras duerme, pero sin querer, al ver la belleza de Eros le derrama un poco de aceite de la lámpara lo que hace que se despierte y se enfade con Psique. Eros enfadado y herido abandonará a Psique y sólo tras un pasaje por el mundo de los muertos de Psique, abandonando a los vivientes y sus significantes, podrá reencontrarse con Eros, en una dimensión real más allá de la muerte, donde aunar amor, deseo y goce.
El acto fallido de Psique, la caída del aceite sobre Eros, se debe a la necesidad de Psique de encontrar respuestas al motivo de su goce sexual. La emoción de su necesidad la traiciona, el buscar la respuesta a sus preguntas la angustia, y anula e impide el goce, que es inexplicable en sí mismo. No encuentra dicha respuesta, algo que se representa también en el cuadro de Zucchi, ya que los genitales de Eros están recubiertos de rosas, hay un vacío de significante, un agujero de la imagen, un velo sobre lo que es imposible ver y entender.
Este mito explica como para la mujer, el goce suplementario, que no es fálico, perturba su vivencia sexual, este suplemento de goce es perturbador, encerrando una vivencia casi mística, del alma, dónde se encuentran empatía, humor y amor. Hay una división subjetiva, donde el otro sexo es algo real, inquietante debido a que se desconocen los motivos de su buen funcionamiento, del placer dividido del cuerpo del otro, en el propio cuerpo.
En la actualidad pretender desde la sexología y otras ciencias, entender lo que ocurre con la sexualidad tanto masculina, como femenina, es un imposible, si no atendemos a la vivencia subjetiva de cada persona.
El encuentro sexual se debe a una contingencia (asumir las consecuencias del encuentro) y una casualidad, dónde dos personas coinciden en un espacio tiempo, para que dos goces únicos se encuentren, se sumen, desde la individualidad de cada ser. No es posible reducir esta vivencia en aparatos sexuales, citas por internet, encuentros virtuales o mediciones de la respuesta sexual.
Si bien la sexología promete la vivencia del placer en solitario, el no desear nada, el colmar el goce propio sin esa dimensión de subjetividad que nos supone el encuentro con el otro, desde el psicoanálisis se entiende que ello es limitar y entorpecer la complejidad y la dimensión más allá del cuerpo, que supone vivir una sexualidad compartida, con sus angustias, temores, dudas y fantasmas, pues sólo sosteniendo todos estos componentes, puede el sexo contribuir a crear una intimidad real con el otro, dónde seamos capaces de desnudar el alma y compartir con el otro, desde el autoconocimiento y la compasión.
 

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA PERSONALIDAD ABANDÓNICA

EXPLORAR LA HISTORIA DE APEGO DE LOS TERAPEUTAS

RESISTENCIAS AL TRATAMIENTO E IMPASSE TERAPÉUTICO